miércoles, 16 de abril de 2008

LIMA ES MAS HOMOFÓBICA DE LO QUE PARECE

La semana pasada la periodista Esther Vargas, denuncio a través de su columna en el diario “Peru21”, el intento de discriminación hacia su persona por parte de la Universidad San Martín, lugar donde ella se desempeña como docente universitaria, argumentando que no querían renovarle el contrato con dicha institución por ser lesbiana. Aclaro que ella nunca hizo ninguna apología sobre su sexualidad.

Relató que Marina Cho, jefa del Departamento Académico, y Silvia Quintero, responsable de periodismo escrito, la llamaron el martes último para decirle que alumnos y padres de familia se habían quejado por su opción sexual y que había temor al escándalo.
Afirmó que ambas personas le dijeron que lo más salomónico sería presentar su renuncia o dejar de enseñar para elaborar manuales de periodismo.

Sin embargo, relata, el miércoles Quinteros la llamó para rectificarse verbalmente y decirle que todo fue un error. Pese a ello, cree que no le renovarán su contrato.
Vargas declaró a una radioemisora local que esperaba que el incidente se resuelva con un documento que precise que la universidad no puede discriminar a nadie por su opción sexual.